viernes, 30 de marzo de 2007

La Copa del Mundo empezó a lo grande

En medio del desierto, el jeque Maktoum organizó una fiesta de bienvenida a todos los participantes
Forty Licks buscará la hazaña de vencer a Invasor

DUBAI.- Hay seis caballos nacidos en nuestro país ya listos para correr en la serie de pruebas millonarias encabezadas por la Dubai World Cup y un montón de argentinos dispuestos a aplaudirlos en las tribunas de Nad Al Sheba.

Mañana será el día D, la misma letra con la que se escribe Dubai, que no es otra que con la que empieza desierto. Y el desierto, justamente, fue el escenario, anoche, de la gran gala de la Copa del Mundo, organizada por la familia Maktoum.

Lejos de la paz de los establos, donde por ejemplo Invasor y Forty Licks velaban sus armas, el desierto había trocado en un sitio de lo más poblado. Fue una fiesta inolvidable, y allí también hubo argentinos. Bruno Quintana, el presidente del Jockey Club, Pablo Falero y Juan Maldotti, Julio Gardel, Carlos Barroso, los criadores Ignacio Pavlovsky y Raúl Lottero y más llegaron a Dubai cada uno por su lado, pero bajo las grandes carpas montadas para la celebración fueron uno sólo.

"Hay un gran reconocimiento hacia nosotros; hacia Argentina", cuenta Quintana, como Louis Romanet, invitado especial de la familia Maktoum a la Copa del Mundo.

"Estamos en carrera", amplía el dirigente, y no se refiere a las posibilidades de nuestros caballos en la prueba de mañana; alude, específicamente, a que nuestro turf cada vez es más tenido en cuenta y devela, por ejemplo, que durante la ceremonia del sorteo de gateras, al que asistieron más de 500 personas, "el locutor que hizo la presentación lamentó la ausencia de Storm Mayor".

La Copa del Mundo forma parte del marketing de Dubai, cuyo proyecto final apunta a instalarla como un futuro centro económico, cultural y turístico.
"Los 21 millones de dólares que pagan en recompensas les permiten exponer lo suyo a todo el mundo", relata Quintana, deslumbrado, además, porque esta ciudad cambia año tras año.

"Apenas se llega al aeropuerto, uno advierte que la ciudad está comprometida con la carrera. La World Cup está muy instalada. Cada año ver gritar el nombre de los caballos por un pueblo que no apuesta es ver que hay mucha vocación hípica acá."

La princesa Haya de Jordania, con su esposo, el jeque Mohamed, pasó a saludar por la mesa donde cenaba el grupo argentino y Quintana aprovechó para presentarle a Pablo Falero, el jockey que montará a Bartola en el Derby y rival en la pista de Rallyng Cry, propiedad de su alteza.

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