El entrenador de Cirque du Soleil ya ganó el Latino con Potrillón, en 1992, y confía en su caballo.
A pesar de ser un hombre acostumbrado a ser parte de las carreras más trascendentes de la hipíca Argentina, Juan Carlos Maldotti no puede evitar sentir un cosquilleo en el cuerpo cada vez que se acerca uno de esos acontecimientos y más si se trata de un clásico que trasciende a lo local.
Optimista como siempre, el entrenador espera muy seguro el sábado próximo, donde pondrá en la pista a Cirque du Soleil, sin dudas cabeza del grupo de participantes argentinos en el Gran Premio Asociación Latinoamericana de Jockeys Clubs, carrera que ya supo ganar en 1992 con el recordado Potrillón.
“Mi caballo está 10 puntos en entrenamiento y en sanidad, incluso subió de peso, cosa que le vino bárbaro”, define Maldotti la actualidad del potrillo hijo de Lode.
“Voy a la carrera con muchas expectativas y creo que, en mi caballo, Argentina tiene un representante de primer nivel.” El cuidador no oculta su entusiasmo. ¿No es más en césped? La pregunta es obligada ya que se duda de la capacidad del potrillo en la arena.
–Para nada –responde–. La única vez que corrió en la arena falló porque equivoqué la táctica al hacerlo venir de atrás; eso no le gusta. Además cuando trabaja en esa pista lo hace en forma brillante. No hay excusas.
– ¿Eso indica que esta vez será el puntero?
–Casi seguro, pero ojo que no es una obligación; si alguno sale a mover la carrera, Cirque du Soleil estará muy cerca, además Pablo [Falero, su jinete] lo conoce a la perfección.
Maldotti es un perfeccionista y con seguridad ya habrá estudiado en detalle a los rivales. “A los de acá los conozco muy bien, a los uruguayos también, en cuanto a los otros extranjeros quiero ver las tabuladas para sacar conclusiones, saber contra quien corrés es parte del trabajo”.
Sus dichos confirman lo que se pensaba, Juan Carlos es de los profesionales que dejan poco librado al azar. No tiene ninguna duda de que el Latino será duro. “Estas carreras son especiales; además del logro personal y económico, está en juego la disputa por la camiseta, así que nadie va a dar ventajas y estimo que el desarrollo será como siempre, áspero”.
La condición de local es una ventaja y en eso Maldotti coincide. “Claro, sólo el hecho de no viajar ya es importante, además de que algunos caballos sienten los cambios, como el ambiente, la comida y el agua. Sin embargo los extranjeros tienen a favor que en Argentina las pistas son mucho más livianas que en sus países”.
A pocas horas de la gran jornada, Juan Carlos Maldotti tiene todo bajo absoluto control. El sábado por la mañana trasladará a Cirque du Soleil a La Plata y por la tarde, tal vez, la Argentina tengo un nuevo vencedor de la gran carrera. El trabajo se hizo y muy bien. Es la hora de la verdad, esa verdad por nadie mejor definida que por el dicho popular “en la cancha se ven los pingos”.
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