La carrera del siglo en hielo

Gran reunión hípica en la mundialmente famosa pista del lago St Moritz.

ST MORITZ. El sprint del siglo sobre el histórico lago de St. Moritz fue el formidable de «First Time», una furiosa yegua de 4 años montada por Daniele Porcu, cosechando el Campeonato de Europa. El esperado día del Centenario del White Turf, una de las pruebas hípicas más espectaculares del mundo, había levantado neblinoso, las temperaturas despeñándose muy bajo cero, pero el penetrante sol, que es el gran cómplice de esta estación alpina que inventó hace 150 años los deportes de invierno, no falló para la gran final y alcanzó ese elegante punto, tan frío como dorado, que aquí llaman «champagne».

La primera carrera, sobre 1.100 m, el Grand Prix Corporate Events, para equinos de 4 y más años y dotada con 30.000 francos suizos en premios, la ganó con 1:08:24 el brasileño Eduardo Pedroza sobre «Rascacio», un nervioso animal de cinco años de la cuadra Balkenese, entrenado por Christian von der Recke.

Pedroza sólo pudo ser luego quinto, sobre «Home Call», de cinco años, en el Campeonato de Europa. Al rápido «Rascacio» lo siguió en la primera carrera la sorpresa de «Atlantic Dancer», de la cuadra Weissenstein, montado por Olivier Plaçais, y la favorita yegua de siete años «Shakiras Melody», montada por Robert Havlin. En el Campeonato de Europa sobre Nieve y 68 Gran Premio de St. Moritz, sobre 2.000 m. y con 111.000 francos, entraron tras «First Time» (2:14.65), una yegua muy ligera de peso y cascos de la cuadra SVH. El otro gran favorito, «Quiron», de seis años, entró como una tromba a sólo 7 milésimas con Torsten Mundry.

Rey del valle Engadin

El Grand Prix Gaggenau de trote sobre 1.900 metros, para cuatro años y 145.000 francos en premios, empezó a ganarlo desde salida la joven Martina Blöchliger con «Melvin», de siete años, perteneciente a Theo Frankhauser. Y el Grand Prix Credit Suisse de Skikjöring, una de las variantes deportivas nacida a lo largo de los años entre la clase hibernante y vacacional de St. Moritz, la ganó sobre 2.700 m. «King George», de seis años, guiado sobre los esquís por Jakob Broger, el ya campeón y conocido «rey del valle de Engadin», donde St. Moritz creó esta mezcla de lujo y deporte que lo ha hecho uno de los puntos más británicos al sur del canal de la Mancha.

La lista secreta de Vips del White Turf superaba el millar y lo demás había que discernirlo entre pieles, sombreros y gafas de sol. ¿Qué tiene la cultura del frío, qué da tanto gusto sobre la nieve cuando se está adecuadamente arrebujado y suena el galope de los mejores purasangre? La taza de té inglés se queda helada cinco segundos después así que no es de extrañar que el «ice tee» naciese en manos de estos ingleses transplantados aquí cada estación, con toda su flema.

Incluso con el invierno más apacible del milenio en los Alpes el hielo no sólo soportó el magnífico galope tendido sobre la nieve de los más nobles cascos; sino que el hielo, que desprendido de la orilla es una isla flotante de 280.000 metros cuadrados, que cruje («canta») y se rompe por las tensiones, aguantó las 3.500 toneladas de todo el montaje, entre la nieve apisonada del turf, remolques y vehículos, tribunas y villa hípica al completo con sus coctails VIPs, cenas con candelabros y baile con orquesta.

En el White Turf antes se rompe un tacón de aguja de una dama ligera de cascos o una enjoyada Van Cleef, bailando hasta la noche, que el hielo bajo los más briosos cascos.

¿Cómo aguanta el lago el galope de los caballos?

Maurizio Cecini es el voluntario responsable del «turf» blanco y de que algunos de los mejores caballos de carreras puedan emprenderla a galope tendido sobre los 40 centímetros de nieve apisonada, el medio metro de hielo sobre el lago y... los 44 metros de profundidad de las aguas alpinas. Posee toda una técnica aquilatada durante siglos para conocer el hielo, a partir de los cálculos y mediciones realizados en 1902 por el ingeniero Arnold Heim: una compañía de artillería montada podría lanzarse al galope sobre una capa de 14 centímetros de hielo. Una vez que la temperatura del fondo del lago ha descendido hasta los 4º grados, el hielo empieza a formarse en su superficie y cada noche de invierno bajo cero ganará un centímetro.